Pasa el tiempo como si el tiempo fuera un relámpago.
Como si ayer fuera hoy, y el mañana se hubiera ido de viaje con la prisa. Pero
en este maremágnun en el que se debaten los días, lo que me asalta a la vuelta
de mí, es como ves tú lo que pasa a tu alrededor. Tú, nadie en
concreto ni alguien especial. Sino tú, que eres absolutamente importante en
este rincón al que diriges una mirada cómplice que se impregna de diversas formas de
mirar, aunque no sea lo mismo lo que los ojos ven.
¿Qué escribes hoy? se preguntará el lector...
Y será lo que entienda, la respuesta.
Quizá porque la lectura puede ser absurda o será
buena. Es posible que comprensible o difícil en su trato con las palabras. Es
quién lee quién pone más ideas a lo
escrito, como el apuntador de Teatro ante una trama interpretable. Eres tú
quien pasa por aquí y me mira sin verme; dejando una impronta anclada en el
pensamiento silencioso, que analiza y escudriña lo que decir quiero; y aunque
no me digas nada, no hace falta, porque en tu in-comprensión ya lo has dicho todo.
Y me llevas contigo, aunque no quieras, como la huella que
dejas grabada de caminante que se nutre
de silencios; los mismos de los que se alimenta el Bosque en tus paseos, aún cuando
cierras la puerta tras de ti, llevándote la prisa.
7 comentarios:
No siempre te dejo mensajes, pero, siempre te leo, porque entrar en detalles es literalmente romper con lo que tendría de mágico el silencio bien intencionado...
Donde, el peso de lo no expresado tiene el doble de efecto sobre aquellas personas que saben leer entre el silencio y los pensamientos
Roberto
Hoy, guardo silencio, para poder hablar en mi proximo viaje, personalmente contigo.
Ardo en deseos de llegar y ver y mirar y decir y escuchar, y conocer a los que me han escrito.
Roberto
Una reflexión muy interesante.
Un abrazo.
Tu Bosque, querida Larita, es un remanso de paz en el que las palabras son como agua fresca para el sediento después de oír tanto ruido de chatarra que sale de radios y televisores.
Un fuerte abrazo desde las Columnas.
Lola.
Hola Carmen, hay veces que uno lee y no deja comentarios porque está todo dicho en las letras escritas. Deberiamos decir aunque más no sea hola!, para demostrar que estamos tal vez lejos pero nos acordamos de visitar a nuestros amigos virtuales.
Un abrazo, desde el otro lado del mar.
Hay veces, Carmen, en que casi es mejor no escribir por no enturbiar este remanso. Yo soy de las que dice, poco, pero dice, pero sí es cierto que hay ocasiones en que si no dijera, la tranquilidad que respiramos los que venimos a esta tu casa, se mantiene más intacta, más real.
Un abrazote gordito
Queridos todos. Qué deciros sino gracias. No importa que no nos veamos con los ojos ni que hablemos con la boca. Cada huella deja su marca y todas las vuestras quedan indelebles en este espacio, y, hay veces que el silencio de una mirada dice más que el griterío de algunas palabras.
Enormemente agradecida por vuestros paseos bosquianos.
Abrazos.
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