En mis juegos siempre había un Hada que por las noches me cantaba. Tocaba música y hacía bailar a mis pestañas que, cansadas, se iban quedando quietas mientras la manta de los párpados tapaba la vigilia y las ansias.
Y yo, durante el sueño jugaba con la Luna que con su traje de plata me tapaba. A ser princesa, reina o lacaya…A dar comida a los gatos y trepar por las enredaderas de mi cama…A dejar volar al pájaro que lloraba...y vender chocolate con estampas.
Y, soñaba..soñaba.
Cuando llegaba la mañana, salía a la calle vestida de algodón y era de azúcar mi mirada…Porque yo era la niña que de noche con la Luna jugaba.
Mientras siga encontrado en el bául recuerdos, nada se habrá perdido para siempre.
Mientras siga encontrado en el bául recuerdos, nada se habrá perdido para siempre.