Silenciosa entre las sombras.
Majestuosa, mientras duerme la vida en las agujas de sus horas.
Junto a los callejones, la luna se acuna con laureles y albahaca.
Y tú, que eres día y alborada, me dejas en la almohada el beso dulce de la noche.
Las luces se esconden en los balcones.
Velan a las nubes las farolas.
Yo sueño.