Silenciosa entre las sombras.
Majestuosa, mientras duerme la vida en las agujas de sus horas.
Junto a los callejones, la luna se acuna con laureles y albahaca.
Y tú, que eres día y alborada, me dejas en la almohada el beso dulce de la noche.
Las luces se esconden en los balcones.
Velan a las nubes las farolas.
Yo sueño.
4 comentarios:
Qué maravillosa la luna... Y qué misteriosa a la par. Y qué sencillas tus líneas... Y qué hermosas también.
Besos, Carmen. Muchosssss
Por momentos... yo tambien sueño, y la noche pasa a ser mi aliada, aunque despierto, en el silencio de la noche.... sueño..
Roberto
Carmen, me gusta la noche, escuchar su silencio mientras las farolas acunan al sol, y la luna deja en mi almohada vestigios de plata hasta el amanecer.
Un abrazo.
Los tres poneis sueños en las palabras. Las palabras son esos sueños que en la noche se quedan calladas para que duerman.
Gracias por estar aquí, una vez más.
Abrazos a los tres.
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