miércoles, 9 de marzo de 2011

COMO SER MUJER y no morir en el intento.

…”A ningún político de ninguna época, a ningún diputado o representante del pueblo debe tanto la democracia en España como a Clara Campoamor. Le debemos nada menos que el sufragio universal, idea aparentemente muy admitida pero que para hacerse realidad precisa que las mujeres tengan los mismos derechos electorales que los hombres, durísima tarea que ha consumido en casi todos los países las energías de varias generaciones de mujeres y de hombres amigos de la igualdad. En el nuestro, se consiguió de golpe, sin aparente esfuerzo, porque el esfuerzo lo hizo una persona sola.
Clara Campoamor fue una mujer que se hizo a sí misma, que luchó siempre contra todo, contra todos y contra todas -«mi ley es la lucha», decía- para conseguir una España en donde la cuna fuera un origen, no un destino, y donde la Ley no fuera un castigo sino un amparo…”

Clara. Claridad. Claramente. Clarísimo lo tengo. Yo, soy mujer y orgullosa de serlo, amén de rebelde.

Quizá debí llamarme Clara Rebeldía.


9 de marzo, día después del 8 declarado día Internacional de la Mujer a la que se le suprimió lo de Trabajadora.¿será porque siempre lo fuimos y no hay novedad en ello?

Oigo la radio. Pongo el televisor. Leo la prensa. Las voces y rostros se iluminan con las pancartas de los derechos, pero han apagado el neón de los deberes. Me duele la hipocresía como me estalla la cabeza. Los políticos se hacen fotografías desde la caries de su sinceridad. Las mujeres y sus casusas, siguen siendo utilizadas como urna arrojadiza en espera del voto que los aúpe –dentro de la Ley de Igualdad y de Paridad- al escaño desde el que el recibo de la luz, el pago de los colegios, la manutención de la familia…no se hace cuesta arriba. En la calle, las miradas siguen cabizbajas y los rostros huidizos. Las prisas arrasan el diálogo porque no hay tiempo que perder. -Si no trabajo, no como, dice la madre de familia que no llega a fin de mes y cuyo marido engrosa las listas del paro-

Pero, en los cinco continentes todo va bien, mienten los dirigentes que de nada carecen, mientras al pueblo mujer se le efectúa la ablación del gozo de vivir y se le amputan los miembros del conocimiento.

Las mujeres, de las que nacen los hombres, y nombro aquí a Pirenne, que decía que “En el grupo humano es sobre todo la madre la que aparece esencialmente como fuente de toda vida, de un modo particular en ese época en que la unión conyugal no existía de modo estable”… Lógicamente se refiere al matriarcado, algo ahora impensable en la evolución del tiempo que tan lentamente evoluciona para según qué cosas. Y, pese a esa soberanía de traer hombres al mundo, seguimos las mujeres sin tener el sitio claro y definido que nos merecemos. Y ¿Cuánto habrá que vivir para conseguirlo?...

Ni me lo planteo. Soy mujer, que lucha por la Igualdad, y  me interesan los discursos,  toda idea y palabras si en ellas hay coherencia y sentido común, que es el menos común de los sentidos, y sin que la fuerza de su razón particular acabe con la razón colectiva desde la cual, y si no hubiera aún, tanto complejo machista, otro gallo nos cantaría a todos. Hombres y mujeres, porque, en definitiva, de todos los del reino animal, es el que más problemas causa a la civilización que no termina de civilizarse.

Acabo diciendo que me gusta el hombre. Y que, no es óbice, cortapisa o valladar a mis intereses de mujer, ir en pos de lo que él sabe y puede aportarme. Pero ¡ay¡, del que osara acercarse con ínfulas de macho ibérico.

No me interesa el politiqueo en el que han convertido el Día Internacional de la Mujer, cuando tenemos aún, tanto trabajo que hacer, porque en realidad, los que tienen que reconocer la fuerza que nos toca, no saben aún bien por donde seguir con nosotras, que somos tantas en una…Ni conviene del todo. Que no nos cuenten gaitas...

Quizá, Clara Campoamor, se esté revolviendo en su tumba y se nos aparezca en espíritu, porque aún queda mucho para conseguir en su totalidad, del espíritu de su lucha.





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