Las caricias se hacen aire y baten sus alas mariposas aletargadas de invierno.
Ya estás aquí, en el lugar que dibujaste para nosotros junto al deseo gestado de ausencias. Y todo es viento nuevo que arrastra las hojas muertas de otoños fríos.
Traes contigo el futuro dibujado de palabras y gestos que besan mi piel curtida de esperanza. Y yo te beso, y nos besamos abrazados a la nueva vida recién parida con la belleza inocente de un niño.
La piel se cubre de manos y lengua cálida tiñendo de saliva sus pliegues.
Huele la piel a deseo olvidado.
Y como el viento te renuevas y me renuevas dibujándose el amor en las esquinas habitadas de los cuerpos.