lunes, 23 de julio de 2012

AUNQUE NO ME VEAS.



Pasa el tiempo como si el tiempo fuera un relámpago. Como si ayer fuera hoy, y el mañana se hubiera ido de viaje con la prisa. Pero en este maremágnun en el que se debaten los días, lo que me asalta a la vuelta de mí, es como ves  tú lo que pasa a tu alrededor. Tú, nadie en concreto ni alguien especial. Sino tú, que eres absolutamente importante en este rincón al que diriges una mirada cómplice que se impregna de diversas formas de mirar, aunque no sea lo mismo lo que los ojos ven.
¿Qué escribes hoy? se preguntará el lector...
Y será lo que entienda, la respuesta.
Quizá porque la lectura puede ser absurda o será buena. Es posible que comprensible o difícil en su trato con las palabras. Es quién lee quién  pone más ideas a lo escrito, como el apuntador de Teatro ante una trama interpretable. Eres tú quien pasa por aquí y me mira sin verme; dejando una impronta anclada en el pensamiento silencioso, que analiza y escudriña lo que decir quiero; y aunque no me digas nada, no hace falta, porque en tu in-comprensión ya lo has dicho todo.
Y me llevas  contigo, aunque no quieras, como la huella que dejas grabada  de caminante que se nutre de silencios; los mismos de los que se alimenta el Bosque en tus paseos, aún cuando cierras la puerta tras de ti, llevándote la prisa.



7 comentarios:

Roberto Learsi dijo...

No siempre te dejo mensajes, pero, siempre te leo, porque entrar en detalles es literalmente romper con lo que tendría de mágico el silencio bien intencionado...
Donde, el peso de lo no expresado tiene el doble de efecto sobre aquellas personas que saben leer entre el silencio y los pensamientos
Roberto

Roberto Learsi dijo...

Hoy, guardo silencio, para poder hablar en mi proximo viaje, personalmente contigo.
Ardo en deseos de llegar y ver y mirar y decir y escuchar, y conocer a los que me han escrito.
Roberto

carmen fabre dijo...

Una reflexión muy interesante.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Tu Bosque, querida Larita, es un remanso de paz en el que las palabras son como agua fresca para el sediento después de oír tanto ruido de chatarra que sale de radios y televisores.

Un fuerte abrazo desde las Columnas.

Lola.

roberto dijo...

Hola Carmen, hay veces que uno lee y no deja comentarios porque está todo dicho en las letras escritas. Deberiamos decir aunque más no sea hola!, para demostrar que estamos tal vez lejos pero nos acordamos de visitar a nuestros amigos virtuales.

Un abrazo, desde el otro lado del mar.

marmopi dijo...

Hay veces, Carmen, en que casi es mejor no escribir por no enturbiar este remanso. Yo soy de las que dice, poco, pero dice, pero sí es cierto que hay ocasiones en que si no dijera, la tranquilidad que respiramos los que venimos a esta tu casa, se mantiene más intacta, más real.

Un abrazote gordito

Mª Carmen Callado. dijo...

Queridos todos. Qué deciros sino gracias. No importa que no nos veamos con los ojos ni que hablemos con la boca. Cada huella deja su marca y todas las vuestras quedan indelebles en este espacio, y, hay veces que el silencio de una mirada dice más que el griterío de algunas palabras.

Enormemente agradecida por vuestros paseos bosquianos.

Abrazos.

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