jueves, 25 de noviembre de 2010

POESÍA PARA GRITAR.

El viernes 12 de noviembre, tuve el honor de leer, de nuevo, poemas de Yolanda Saénz de Tejada. Una bella mujer, por dentro y por fuera. Andaluza, de Linares (Jaén). Una mujer que lleva tacones de azúcar y escribe poemas dulces desde su ombligo. Que narra al amor vestida con versos de colores y describe el desamor en estrofas amargas de cotidiana realidad.

Cuando conocí a Yolanda, en mi pueblo, de la mano de uno de mis mejores amigos, un hombre bueno que de adolescente ya me miraba con ojos de sincera complicidad y respeto por el paso del tiempo, comprendí claramente que la poesía de esa mujer abre caminos fáciles de recorrer y que el amor que escribe en cada verso aún es posible, y que el que ya no se goza entre la piel y los deseos, puede dejar un poso de buen recuerdo en las despedidas. Pero hay otros que nos remueven la conciencia y nos hacen gritar desde esa poesía desgarradora basada en hechos reales (por desgracia), que trae a colación esto que le cuento al Bosque.

Nos adelantamos al 25-N, porque razones de agenda así lo propiciaron, a este Día Internacional contra la Violencia de Género, en un acto sincero y sentido donde la poesía ha sido un nexo de unión con el recuerdo de 63 nombres de mujeres que no murieron, sino que fueron asesinadas a golpe de equivocada propiedad y desprecio por ese don maravilloso que es la vida.

Mata el odio y el desamor…Y el libro de poemas “Corre, Edhit Napoleón”, fue una lectura más al olvido de lo que se amó, y una entrada vertiginosa a los rincones oscuros que traza el desprecio hacia mujeres que no tuvieron, no tienen o no tendrán la suerte de pervivirle al amor y a la vida de sus verdugos y que, por esas ironías del destino, hacen el amor a cualquier precio para poder alimentarse, aunque no sea de amor...

Ojalá que alguna vez la poesía consiga erradicar el desamor...

Yo quiero seguir calzando, como Yolanda, zapatos con "Tacones de azúcar"...para que el dulzor se derrita al caminar en busca del susurro de un poeta, entre una mirada amorosa y una mano tendida. Un
 canto de amistad y una promesa sincera.

Yo quiero, que no haya violencia para la mujer, el hombre o los niños.

Yo quiero que haya Paz y Amor…y no sé como gritarlo para que no llegue a oídos sordos y se acabe el amor de tan poco usarlo.



Yolanda escribe, además de lindos poemas de amor y risa, otros para gritar, para denunciar y para ayudar a que el desamor no siga matando de pena al amor.

5 comentarios:

Marmopi dijo...

Hoy, 25 de noviembre, fecha de tantos y tantos actos oficiales y no oficiales en contra de la violencia de género, podría ser día de excepción de muertes de mujeres víctimas de sus verdugos.
Ojalá se te oiga a tí y a tantos y se pueda poner freno a esta barbarie.

Un abrazo!

Pedro Bonache dijo...

Poesia contra la sinrazón, la palabra contra el golpe..., realmente entristece que un día del año se dedique a la violencia contra las mujeres, realmente solo parece que señalamos días para defender algo, para preservar de la extinción a algunas especies o la misma extincion del amor, de la convivencia, de la armonia entre hombres y mujeres, o entre hombres y hombres, o entre mujeres y mujeres.
Deseo equivocarme, pero a veces pienso que la sociedad sapiens degenra lentamente pese a todos los esfuerzos por aparentar solidaridad, tolerancia, respeto..., pero eso, deseo que sea una percepcion equivocada.

Mª Carmen Callado. dijo...

Gracias Marmopi y Bici...que tengamos que estar celebrando días internacionales de tantas causas, ya refleja lo mal que andan las cosas. El problema en este caso concreto,es que la "moda" no pasa de moda...Se acrecienta el maltrato, que a mí no me gusta decir de género, porque si hay mujeres, también hay hombres que, no por menor en número son menos importante. Lo que pasa es que las estadísticas son las que son y la fuerza física y bruta sigue siendo "patrimonio" masculino.
El problema, claro, es la falta de respeto por la libertad del otro, sea quien sea el que la pretenda. Aunque el afán de esa posesión tan mal entendida, parece que afecta más al hombre y el pensar que, una vez te unes a una mujer se le debe tratar como a las fincas...y colgarle el cartel de "propiedad privada" en la que, si entras, puedes salir muy mal parada...

Mientras se celebren estos actos, nada habrá mejorado...Triste pero real.

Besos a los dos.

Roberto Learsi dijo...

La sabiduria del Talmud
Esto está escrito en el Talmud, recopilación de la sabiduría judía a través de los tiempos:

"… cuídate mucho de hacer llorar a una mujer, pues Di.s cuenta sus lágrimas!..."

La mujer salió de la costilla del hombre.
No de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado, para ser igual… Debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada

Mª Carmen Callado. dijo...

Sabias palabras, Roberto. Lo que pasa es que a veces cuesta mucho aprender. No sólo lo que está escrito, sino lo que dicta el corazón a la razón.

Gracias por pasar por aquí.
Un abrazo.

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