jueves, 29 de abril de 2010

CUENTOS REVUELTOS.


Ea, a mí me da de vez en cuando por revolver los cuentos. O sea, adaptaciones de esas que yo llamo para recordarnos que pasan los años y se nos olvida que fuimos niños. Por tanto, hago con ellos lo que me sale de la bola...Todo sea por que no se nos olvide lo esencial...reírse aunque sea de uno mismo...Y, a la vez, buscarle la vuelta a la crisis...al menos pasar por aquí a entretenerse un rato, no cuesta un huevo...

Aquí pues, dejo la mezcla de dos de los cuentos más cuentistas de la historia: La cigarra y la hormiga con la gallina de los huevos de oro...

Que los huevos, digo, los cuentos revueltos, os gusten...

Érase una vez una gallina de lo más huevona. Siempre con el culo en pompa.  Cacareando y paseando su cresta sin peineta, sin dar un palo al agua. Un poco utilizando eso de “que a mí me las traigan todas”…
A la izquierda del gallinero  vivía una cigarra que sólo cantaba y se limaba las uñas, y, dos corrales más abajo, una hormiga de lo más curranta que se pasaba el verano llevándose las migas que a los críos les birlaba del bocadillo en vistas del invierno. 

Un día, el dueño de la gallina vio que ésta tenía un culo agradecido, pues los huevos que ponía creyó que eran de oro, -o purpurina-, que nunca se sabe. Ya que había oído en el mercado que, con eso de la crisis, los huevos estaban a precio de oro,  Y dijo: -¡"pondió" que suerte tengo¡, a ésta le rebano yo el pescuezo, le saco la mina de dentro y me hago con el oro rápido,  así me ahorro darle el panizo que se come, y podré tumbarme a la bartola y que trabaje Rita, la cantaora.

Una mañana, la cigarra iba cabizbaja y meditabunda. Las tripas eran lo único que ya cantaban porque hacía semanas que no tenía un brusco que llevarse a la boca. 

Llamó casa de la hormiga y le dijo:-hormiguita, dame algo para comer que tengo un cante jondo dentro de mí, el estómago tiene un baile y mis tripas le hacen palmas-. La hormiga le contestó: -¡quiá, ni hablar¡, te has pasado el verano destrozándonos con tus cantos y mientras yo, deslomándome para conseguir comida para todo el año, y no te doy ná de ná. Vete casa de la gallina que tengo entendido que el muy tunante del dueño le ha estirado el gaznate para sacarle no se qué oro de los huevos, y, aunque sea la cresta, algo podrá darte el tocahuevos ese-. 

Así lo hizo, pero nadie respondió.  Se asomó a la ventana y vio a la gallina despanzurrá encima de una mesa y, el dueño, todo avaricia, se daba cabezazos en la pared y deliraba. Gritaba  que,  si quería los huevos para venderlos y comprarse un tractor amarillo. Que, si a su suegra le daría para que se afeitara el bigote...que, …Sólo oía la cigarra los lamentos del egoísmo y sus tripas de acompañamiento.


MORALEJA: Conformémonos con lo que tengamos. Trabajemos para poder vivir y vivamos sin tocarle los huevos al vecino……..Bueno, y si se los tocamos, que sea con buena intención… 

Que me disculpen este atrevimiento los verdaderos creadores de cuentos...¿vale?...Y que no se enteren los críos...que no quiero firmar autógrafos, todavía.












lunes, 26 de abril de 2010

PARA MÍ.

Dicen que la riqueza de un hombre se mide por la cantidad de amigos que tiene.
A lo largo de mi vida he ido escribiendo la Amistad con mayúsculas. He sembrado y he recogido sus frutos. Cuando miro hacia atrás veo que en el camino se quedó el amor, pero nunca la Amistad.
Conozco a tanta gente que en mi casa me dicen que soy coleccionista de personas. Pero yo sé que muchos son los llamados y pocos los elegidos...No son todos los que están, pero están todos los que son.
Incluso hay Amigos que son o fueron amores y algunos amores nunca fueron Amigos. De los primeros siempre estarán porque un día a una Amiga le escribí aquello de que " La Amistad debe ser eterna, los hombres reemplazables y los sentimientos inembargables" y todo para decirle que un amor puede ser cambiado por otro, pero que un Amigo jamás debería dejarse marchar y que, sobre los sentimientos de uno, otro no debería disponer sobre ellos. No son un bien para embargar, sino un Bien para atesorar.

A lo largo de muchos años, he ido conociendo gente buena, mala y regular tirando a peor. Pero últimamente, he debido afinar tanto, que sólo buenos amigos llaman a mi puerta y yo les dejo entrar. Algunos sé como miran, como andan y cómo visten...De otros, sólo conozco su corazón a través de lo que escriben, cómo lo hacen y de dónde surge lo que me cuentan. Y eso es otra forma de conocer a quien quiere dejarse conocer. Desde esa premisa, hasta aquí he llegado y mucho me queda por recorrer, mucha Amistad que tejer y mucha vida para agradecer.

Sólo dejo un botón de muestra, pero un Amigo me quiso agradecer que yo me hiciera su Amiga, aunque nunca nos llegáramos a ver.
Gracias Roberto por considerarme tu Amiga y por hacerme este poema:

A CARMEN.

Una luz en el camino,
tu inquietante destino
Carmen, te he conocido
en la locura de dejar escrito
en el virtual espacio etéreo
de los sentimientos ocultos
los secretos del alma,
desnudé para ti mi vida
en los versos de un poema,
en el silencio de la tarde,
cuando el sonido acalla
y la garganta enmudece,
supiste escuchar el llanto
que brota entre los recuerdos
de cosas perdidas, lejanas…
Sin emitir palabra consolaste mis      heridas,
¿te puedo llamar, "Amiga"?
ya que tu corazón late, junto al dolor del mío
y tu sensibilidad entiende del verso y del poema
Que tu vida esté sembrada, de luz
cada poema sea, para ti una caricia
cada beso una palabra
cada palabra un amigo
cada amigo un abrigo…

Roberto Learsi







viernes, 23 de abril de 2010

CERVANTES VIVO.

“Desocupado lector, sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza; que en ella cada cosa engendra su semejante. Y así, ¿qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación? El sosiego, el lugar apacible, la amenidad de los campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu son grande parte para que las musas más estériles se muestren fecundas y ofrezcan partos al mundo que le colmen de maravilla y de contento. …Sólo tiene la imaginación que aprovecharse de la imitación en lo que fuere escribiendo; que, cuanto ella fuere más perfecta, tanto mejor será lo que se escribiere. Y, pues… que no hay para qué andéis mendigando sentencias de filósofos, consejos de la Divina Escritura, fábulas de poetas, oraciones de retóricos, milagros de santos, sino procurar que a la llana, con palabras significantes, honestas y bien colocadas, salga vuestra oración y período sonoro y festivo; pintando, en todo lo que alcanzáredes y fuere posible, vuestra intención, dando a entender vuestros conceptos sin intricarlos y escurecerlos. Procurad también que, leyendo vuestra historia, el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla…”

(Parte del Prólogo de D.Miguel de Cervantes Saavedra en El Quijote)

Tal día como ayer, un 22 de abril de 1616 fallecía D. Miguel de Cervantes Saavedra y era enterrado tal día como hoy, 23, declarado por la Unesco Día Internacional del Libro. Soldado, novelista, poeta y dramaturgo, fue pasando a la Historia de la Literatura mientras El Quijote, cabalgaba junto a Sancho desde La Mancha al Mundo, dejándonos el recuerdo y el agradecimiento imperecedero a su creación y que, junto al ejemplo de humanidad de sus personajes, aún hoy, podemos ver Quijotes y Sanchos cabalgar entre nosotros, para recordarnos que, lo que perdura, por encima de todo, es la bondad del corazón y la belleza de las palabras.

Yo, hoy, he querido hacer mi particular homenaje a Cervantes con retazos de su prólogo en El Quijote. Pues de él he extraído la esencia de su personalidad y el mensaje que, pese al tiempo transcurrido, es la tarjeta de identidad de su creador y el fin que pretendía a través del consejo con el que lo termina, al decir que:..."sino procurar que a la llana, con palabras significantes, honestas y bien colocadas, salga vuestra oración y período sonoro y festivo; pintando, en todo lo que alcanzáredes y fuere posible, vuestra intención, dando a entender vuestros conceptos sin intricarlos y escurecerlos. Procurad también que, leyendo vuestra historia, el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla."... no es otro que el mismo que pretendemos todos a quienes nos mueve a inquietud la Literatura. Pues si pienso en mí, en mi búsqueda continua cuando mi imaginación crea y la entrego a este mi mundo natural para que entréis en ella, y es eso mismo con lo que Cervantes concluía en su prólogo de una obra que pensó sería estéril por un mal cultivado ingenio suyo y ha acabado siendo una de las mejores obras de la Literatura Universal.

Eso pretendo yo, ocupado lector, …”que el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla."...

Verás que yo te llamo “ocupado lector”… pues desde El Quijote a mi Bosque Animado, la vida se ha vuelto más loca, y el tiempo se nos echa encima sin que nos dé tiempo ni a leernos el prospecto de la medicación contra la ansiedad o el stress. A ir demasiado deprisa cuando hay que vestirse despacio. A no mirar hacia atrás pese a que el pasado nos ha forjado nuestro presente…Y, en definitiva, a correr demasiado cuando lo que importa es llegar.

Pero yo te quiero siempre dejar abiertas las puertas de este mundo que ya es tuyo porque te encuentras en él. Todo lo que el bosque te entrega es natural y tranquilo. Aquí las prisas del exterior son sólo trinos entre el aroma que exhala el silencio de las palabras que salen a tu encuentro para que no tengas prisa en recorrer.

Dedicado a todos los Quijotes, Sanchos y Dulcineas…

lunes, 19 de abril de 2010

LA RESPUESTA ESTÁ EN EL VIENTO.


Mal andamos, Tierra. Y hasta el cielo se cubre de humo y cenizas para imponer su natural fuerza. Para demostrar que, si la humanidad quisiera, todo sería diferente, porque es la Naturaleza la que  nos sigue demostrando que ella es soberana aunque nos creamos que podemos dominarla. Pero basta que un volcan se despierte para que el mundo humano se paralice y deje de moverse por el espacio aéreo en busca de nuevos vientos. Y, así será con todo si no sabemos parar a tiempo lo que no debería haber comenzado.  La Naturaleza se impone y nosotros no somos gran cosa ante su imparable dominio y fuerza...

Ya lo decía Bob Dylan.http://www.youtube.com/watch?v=djUGmWo---4&feature=related

¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre antes de que le consideréis un hombre?
Sí, ¿cuántos mares debe surcar una paloma blanca antes de que ella duerma sobre la arena?
Sí, ¿cuántas veces deben las balas del cañón volar antes de que sean prohibidas para siempre?.
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento, la respuesta está flotando en el viento.
¿Cuántas veces debe un hombre alzar la vista antes de que pueda ver el cielo?
Si, ¿cuántas orejas debe tener un hombre antes de que pueda oír gritar a la gente?
Sí, ¿cuántas muertes serán necesarias hasta que él comprenda que ya ha muerto demasiada gente?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento, la respuesta está flotando en el viento.
¿Cuántos años puede una montaña existir antes de que sea arrastrada al mar?
Si, ¿y cuántos años pueden algunas personas existir antes de que se les permita ser libres?
Sí, ¿y cuantas veces puede un hombre volver su cabeza, fingiendo simplemente que no ve?
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento, la respuesta está flotando en el viento.
Bob Dylan












jueves, 15 de abril de 2010

MÁS QUE MÚSICA.

No soy melómana, pero adoro la música. De ella se dice que amansa a las fieras y sensibiliza los corazones.

Durante un tiempo sólo escuché música celta. Todo Celta…

Recuerdo que había existido un tabaco llamado  ”celtas cortos” y me gustaba especialmente el grupo Celtas Cortos que me dieron un pistoletazo de salida para que yo mandara a paseo a un novio que no tenía dos dedos de frente y un buen día le dije “Ya está bien”…Estoy cansada de “Gente Impresentable” porque “En estos días inciertos” “Soy lo que soy” y me sobran “Un millón de motivos” para no seguir  contigo ni con tu manía de llegar “Siempre tarde”

El me preguntó “¿Qué dirá la gente?” y “¿Qué voy a hacer yo?”…A lo que le contesté…Pues seguir en tu “Monólogo con ron”…Y él respondió: “Trágame tierra”.
Cuando le dije “Tranquilo majete”  que “Todo es ponerse”, se le cambió la cara y me contestó que me esperara a que él supiera recorrer “La senda del tiempo”…Y cuando le contesté que volvería el “40 de abril”  que esto era “Un sinvivir” y que yo no quería verme como los “Retales de una vida”, El con insistencia me decía que “Hay que volver”…pero yo fui categórica “Prefiero el vino” y “La lluvia en soledad” “Conocer gente distinta”  O sea, majete, que “Tienes la puerta abierta”

Y aquí estoy “Aguantando el tirón” después de que ha pasado ya mucho tiempo de todo aquello. Los Celtas Cortos son un bonito recuerdo y fue como si, tras de ellos, yo hubiera entrado en “El túnel de las delicias” porque ahora mi pasión por la música Celta sigue y a ella no la quiero despachar como a ese novio que parecía un “Pajarico” cuando salió de mi vida, diciendo que cambiaría y yo, echando el cerrojo comencé a canturrear "Cuéntame un cuento"...

Todo esto para deciros amigos que paseáis por este lugar que desde allí hasta aquí, he seguido rodeada de música Celta, especialmente la de Enya y Loreena Makkennit, y, por esas cosas de la vida, hoy me han invitado a pasear  conversando amigablemente mientras la magia del Bosque nos envuelve con cariño. Para ello, se ha hecho preciso un regalo. Un precioso regalo que viene del tiempo. Música Celta que yo no conocía y que sólo un melómano podría al bosque traer. Por eso la dejo aquí, porque la música es para sentir y compartir. 


















domingo, 11 de abril de 2010

LAS VIDAS POSIBLES




“No me sorprendió que el infierno fuera una biblioteca. Tener acceso a las palabras y no a lo que designan es la más refinada versión del suplicio de Tántalo”

El libro Infierno.
Carlo Frabetti.

Cuando leí este libro, aparte de corroborar que nunca se me dieron bien las matemáticas, tuve la sensación de que, pese al tiempo transcurrido ya desde que fue escrito yo había sido “guiada” un concreto y reciente día para escoger ese, y no otro, de mi pequeña biblioteca. Tuve la sensación de que “el mensaje” que yo quería descifrar ante un planteamiento literario que me rondaba por la cabeza, podía tener sentido desde las múltiples alternativas y motivaciones por las que se puede llegar a crear una historia de la mano de las palabras.

En el libro se recoge algo que yo siempre he sostenido sobre la forma o modo de escribir. Sobre el contenido, ..”sobre la visión biblioteconómica del mundo, según la cual el libro es la culminación de un proceso evolutivo que comienza con la materia inanimada, se inflama con la vida y se ilumina con la conciencia. Y la luz de la conciencia se condensa en la palabra (la carne se hace verbo), que a su vez cristaliza en la escritura”…

En el libro abundan el tono ambiguo, la ironía, los juegos de palabras…

Cuando yo decidí dejar abierto el cajón de mis relatos u opiniones, lo hice porque había llegado un momento en que ya no cabían solo en mí todas las posibilidades de imaginar, de sentir, de pensar, y se hacía necesario sacar fuera retazos de la vida hecha prosa.

Los juegos de palabras pueden considerarse “mi fuerte”, creo que quienes me leen, entienden que tras el evidente aprendizaje literario que persigo, siempre está presente mi necesidad de contar y lo que menos me gusta es que resulte demasiado evidente lo que relato. Prefiero el factor sorpresa, y, por supuesto, contando por  sorprenderme yo misma.

La sintaxis ayuda a escribir en orden,  y yo, en ocasiones, dudo si estoy cumpliendo con las reglas de la escritura, pero como el fin pretendido no es otro que el de abrir el pensamiento es por eso por lo que  me atrevo a que el mundo entre en una parcela del mío…e imagine.

No siempre es posible por imperativo del secreto, de la intimidad, de lo eminentemente personal, decirlo todo, está claro, y nada de eso pretendo nunca más allá de dejar volar mi imaginación, porque las parcelas de la privacidad son ley a respetar, pero cada día es tan repetido en sí mismo como distinto y tras el papel couché  las historias se suceden en negro sobre blanco como los días en el calendario. Ellas guardan con marca indeleble la vida que, pese a  ser imaginada,  se percibe posible. Y el mundo es muchos mundos, tantos como historias se cuenten,  como sensaciones se vivan…

Me ocurre también que cuanto más leo, más necesidad tengo de crear, de contar, de dejar abierta la puerta de la inspiración, de convertir en escritura  la sensación ante lo que he percibido en la lectura, en cada uno de los mundos creados. En el mundo de los libros.

Me gusta especialmente la lectura cuando la mañana permite relajarse entre algodones y el sol va acariciando la prosa que, majestuosa, pasea segura y confiada entre líneas.

Las emociones tienes diferentes vías de movilidad y en mí se manifiestan con cautela mal disimulada cuando un libro se entrega a mis manos y se deja seducir por mi mirada desnudándose a mi lado.

Hoy, un anciano ha tocado mi corazón y ha llenado mis ojos de nostalgia y sal  ante el esfuerzo de sus años para no olvidar cuando el sufrimiento lo mantenía en pie y ahora el odio es el motor de sus últimos pasos.

Ayer, una adolescente me  prestaba sus botas y me acortaba la falda cuando quería comerse el mundo subida a sus ilusiones.

Mañana, una mujer se acercará y me reconoceré entre sus pasos hacia delante llevando en la mano la cesta de las dudas.

Ahora, los besos ajenos contienen los sabores de mi boca, mientras estrecho manos cálidas  que abrazan la desnudez de otro cuerpo y…voy cerrando los ojos por el peso de la noche, para, mañana, volver a vestirme con el traje del nuevo día adornado con el broche de los acontecimientos.

Y, cuando de nuevo llegue la noche, yo habré conseguido un nuevo motivo para recrear una historia diferente.

Por eso ahora alargo la mano, la luz cálida se oscurece y reposa en el libro junto a mi sueño…Dentro, sus personajes acallan sus palabras y respetan mi descanso.

miércoles, 7 de abril de 2010

NECESITO TUS PALABRAS.

Hay personas en las que su bondad es proporcional a su inteligencia y ésta a su humildad.

Creo también que la generosidad es connatural con aquellos seres que han sido elegidos para dedicarse a los demás, ya sea en forma de ayuda física, o con la capacidad de llegar al corazón con sólo la palabra. Y digo sólo no como sinónimo de poco y único, sino con la grandeza que supone llegar desde ellas entre la imperiosa necesidad que todos tenemos de escuchar en un momento dado, algo que nos diga lo que necesitamos oír. Que nos ayude a entender. Que nos guíe hacia la comprensión del por qué vivimos lo que nos toca…Desde la humanidad echa palabra de los que tienen el don de reconfortarnos desde ella.

Antonio Carrascosa Mendieta, es mi amigo y el cura de mi pueblo.

Sé que lo que menos le gusta es que le alaben sus conocimientos, porque como decía Jean de Gerson: “”Al final, no os preguntarán qué habéis sabido, sino que habéis hecho”” y sé que él lo que realmente quiere es hacer las cosas bien, no demostrar a nadie lo que sabe…Y eso, es propio de la sabiduría.

“La riqueza de un ser humano se mide por la cantidad y la calidad de los amigos que tiene”, dijo un sabio. Y él es rico, riquísimo…

Y lo es más porque, sobre todo, no prejuzga a quienes no practicamos religión alguna. Ni siquiera la suya. Por eso los amigos no son limitados. Somos, tenemos la suerte de ser…a su lado.

Yo me considero un ser privilegiado en muchos sentidos. También por contar con buenos amigos. Y él, es mi amigo.

De su mano volví a adorar el Cine y la Literatura. Algo relegados en un tiempo cuando el mío no dependía tanto de mí y mis libros descansaban sin mostrarme sus vidas y me pedían a gritos que entrara de nuevo en ellas. Y, donde el cine, sólo me abría sus puertas desde la confidencia de un salón adormecido en el sofá.

Hoy, mi vida se engrandece también cada día al que le dedico palabras. Esas palabras que llamo la voz de los días. Y las que uno a las voces de mi gente y de otras gentes que van vistiéndose o desnudándose también desde sus letras. Desde esas palabras que en silencio o susurradas deben entregarse al viento para que éste nos las devuelva en forma de caricias.

Por eso quiero dejar aquí, en la tranquilidad del bosque animado con vuestra presencia, el sermón que el Viernes Santo, mi amigo, el cura de mi pueblo, dejó en el espacio abierto de nuestros corazones para hacerle un sitio a sus palabras.

VIERNES SANTO
 2 de Abril de 2010.

Vengo buscando un silencio. Y he venido a buscarlo aquí a nuestro Calvario, al lugar donde la palabra que Dios nos regaló fue rechazada, crucificada. Y es que quiero pedirte una cosa, una sola cosa: que en este silencio de la bendición salgas con el ánimo de romper todos tus silencios. Me atrevo a pedir tu palabra, tu voz. No quiero que te sumerjas de nuevo en el ruido sin que resuene en tu corazón mi súplica: quiero que me hables. ¿Es mucho pedir? Sí, quizás sí, pero el Nazareno me anima a pedírtelo. No quiero cualquier palabra. No quiero aquella palabra hueca, vacía, que tantas veces me das y que más parece un ruido para esconderte que una palabra para pronunciarte. Quiero esa palabra que eres tú: hijo, hermano, hermana, esposo, esposa, padre, madre, amigo. No eres ningún extraño y me duele escuchar en ti voz de extraño. Contigo ya no me vale cualquier palabra. Vengo a pedirte que me des aquella que ando buscando de ti, aquella que te muestra a ti y a nadie más.

Dame tu voz, porque te quiero. No me vale sólo tu compañía, no me conformo con que no me falte de nada, con que me rodees con tantas cosas que quizás yo nunca te he pedido y no se has capaz de darme aquello que nunca me canso de pedirte: tu palabra. No me vale todo lo que compartimos si no me dices al menos que te alegras de compartirlo conmigo. Necesito que pongas voz a tu vida y con esa voz acaricies la mía. Quiero que me cuentes lo que sientes, lo que sueñas, lo que me quieres. Sé que sabes hacerlo porque ya lo hiciste en el pasado. Nada justifica que calles o que hables sólo para matar el silencio. Necesito que te pronuncies a mi lado, que me enseñes esa verdad que eres tú. No tengas miedo, porque tu palabra siempre será la palabra de quien quiero.

Necesito tus palabras. Me dices que estoy bien atendido, que no tengo de qué quejarme, que cuántos quisieran. Pero me falta escucharte. Sé que soy viejo, pero no me hables como un viejo. Para ti no soy un viejo, soy tu padre, tu madre, tu tío. Llevas mi sangre y por eso quiero oír la voz de mi sangre. Cuando estés cansado de escucharme pregúntate si no estaré yo cansado de buscar tu palabra. A lo mejor sólo quiero una, una sola palabra tuya. Ya ves con qué poco me conformo. Pero dímela bien dicha. A mi edad la vida es tan frágil que necesita ser cuidada y me da miedo que cuando quieras decirme esa palabra ya sea tarde.

Cuántas palabras de reproche y qué pocas de comprensión. Cuántas palabras cortas cuando necesito largas sentadas y cuántas chácharas inútiles cuando con una sola palabra dicha con ternura me convencerías. Necesito tu confianza, que me ayudes a crecer confiando en mí. No me recuerdes mis defectos, los sé. Dame una palabra para saber que me aceptas y me quieres más allá de ellos. Dame una palabra que me haga creer que, aunque tú tengas otros proyectos sobre mi futuro, respetas mis sueños y los haces tuyos.

Necesito tu voz, amigo. Percibir esa palabra más grande que es que te sientes sin prisa y me escuches, que sienta que te preocupas por mí. Tantas veces tu palabra ha sido bálsamo, tantas veces me has dado palabras para reír y para llorar, palabras de ánimo y palabras de consuelo. ¿Dónde están ahora? Dime, ¿es que no te cansa ya tanta palabrería, tanta superficialidad tanta vanidad en las conversaciones? ¿es que no nos aburre ya a todos emplear nuestras palabras en críticas hirientes, juicios frívolos, cuando no en difamaciones sin piedad? ¿Para eso nos has ha dado Dios el don de la palabra? Quiero tu palabra, quiero que me hables de ti, que me des esa voz que sólo un amigo puede darme. No quiero que tus palabras las emplees en aparentar lo que no eres o no sientes, porque yo no quiero tu apariencia, te quiero a ti.

No ignores mi dolor, mi enfermedad. Sé que a veces sólo me sale hablar de mis dolores y que eso a veces te cansa. Pero el único alivio que tengo es sentir que me escuchas. Necesito la medicina de una escucha paciente capaz de pronunciar palabras de cariño y comprensión. No dudes en dármelas, no te canses de regalármelas hoy, mañana y siempre, porque las necesito mucho más de lo que piensas. No te imaginas cuánto puedes curarme con una sola de tus palabras.

Y en este silencio busco una voz que ya no escucharé jamás en esta vida. ¡Ay, tu voz arrebatada por la muerte! Y me duele tanto este hueco tan mudo que ha dejado tu ausencia. No quiero cansarme de buscar el eco de tu voz por todas partes, porque no sólo me faltas tú: es que sin esa voz parezco faltar yo también de esta vida. ¡Cómo resuena el eco de tus palabras ausentes en la bendición del Calvario! Déjame que te siga hablando para compensar el silencio que me dejas. Deja que ponga voz a tu voz, porque necesito decirte aquello que en vida no supe o no pude decirte, o a aquello que te dije un millón de veces, pero que me rasga el alma no poder decírtelo aunque sea sólo una vez más y sabes que daría mi vida entera por poder hacerlo. Sin tu voz, sólo me apetece quedarme yo mudo también.

Hijo  ¿dónde te has escondido?, ¿de qué tienes miedo? Quiero que en el silencio me escuches, que la bendición de mi hijo hoy te traiga mi voz de Dios Padre. Llevo toda la vida buscándote, toda la eternidad tejiéndote. Sé que estás muy ocupado, pero mi voz sólo te trae el descanso; sé que son millones de cosas las que te preocupan, pero quiero que mi palabra te ayude a sostenerlas; cuando estás alegre quiero que escuches que me alegro contigo y que escuches mi llanto cuanto tu lloras. Soy tu Dios, no soy ningún extraño. Sé que aquí en tu Calvario puedes escucharme más que a ningún otro sitio. No me conformo con ser Dios, quiero ser tu Dios, que te abras a mi palabra mientras mi hijo te bendice, que sientas en la desnudez del silencio la voz de los que están aguardando tu voz. Baja de este calvario decidido a regalarles tu palabra.

Nadie me salvará de este naufragio
si no es tu amor, la tabla que procuro, 

si no es tu voz, el norte que pretendo.
(Miguel Hernández, en El Rayo que no cesa)


lunes, 5 de abril de 2010

PASEANDO DE NUEVO.


No es fácil para mí dejar de pasear por el bosque. Hace días que colgué en el armario la ropa liviana tejida de flores y vestí de morado y plata. No, no soy torera. Es el color de la despedida Semana Santa, junto a mi tambor.

Hoy, lunes de mona, es día de volver a salir a respirar el aire fresco de una primavera que suena a música celestial, porque por el azul cuajado de algodón, vuelan libres los pájaros que felices surcan el cielo de la mañana, y llenan de trinos la quietud.  

Las mariposas revolotean y un ave lleva un tiempo sorprendiéndome cuando se posa cada día en el alfeizar de la ventana y picotea el cristal como anunciándome su presencia en el bosque, remontando el vuelo cuando los bigotes gatunos se acercan ante la extrañeza que le debe causar, igual que a mí, verla y oírla llamar. Debo preguntarle a mi amigo de los animales qué clase de ave es porque es una preciosidad pero totalmente desconocida para mí.

La gata mira relajada a través de este espacio abierto por donde se cuela el sol regalándonos la calidez de sus caricias.
Los árboles nos anuncian la gestación de nueva vida entre los verdes brotes, como recreación de la fuerza de la Naturaleza. De esa de la que no me quiero ocultar. En la que quiero recrear mi propia vida.

Y, aquí estoy de nuevo, saludando desde mi mundo entrañable y privado que voy abriendo para que sintáis que no estáis paseando en soledad.

Por eso dejo un beso y  


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