jueves, 17 de diciembre de 2009

22 AÑOS YA SIN TI













A MI ABUELA QUE EL 16 DE DICIEMBRE DE HACE 22 AÑOS SE FUE DE MI LADO. PERO AQUÍ  SE QUEDÓ SU ESENCIA, SU RECUERDO Y QUIEN SABE, SI SU PRESENCIA ETERNA.



Permanentemente sigues. Como si nunca te hubieras ido, ni los años  hubiesen pasado cuajados de miradas que sólo ven cuando la memoria se impone. 
Como si las palabras aún resonaran en mis oídos y tus manos se agarraran fuertemente a las mías, diciéndome no te vayas guapa mía. 
Parece que fue ayer cuando me quedó tu ausencia y han pasado ya 22 años en los que perdí tu sonrisa un diciembre frío y el silencio se hizo eco de todo lo que ya solo es recuerdo.






martes, 8 de diciembre de 2009

CARTA A UNA ILUSIÓN

http://www.youtube.com/watch?v=0xj9xlxsHio






No soy más que una pobre enamorada, lo que he sido siempre, soy la sed, el amor es el agua y voy buscando la fuente mientras deambulo por un monótono mundo anhelando otro mejor, al que no sé cómo llegar, pero al que llegaré a fuerza de andar.
Caminando solo por parajes perdidos en las noches oscuras de mis sueños, me siento a veces una mujer que se quedó vacia, porque mi corazón se ha ido en busca de una ilusión y desde entonces lo perdí, por eso me siento así.
En las encrucijadas de mi fantasía, detrás de los párpados cerrados, el tiempo traidor juega en mi contra y es un temible rival contra el que nadie me puede ayudar, ayúdame tu, ilusión que bailas en mi mente, a ganar esta batalla, ayúdame tú a burlarme del tiempo, a demostrarle que soy feliz y que él tendrá que esperar para que pueda acompañarle, ayúdame a sosegar mi imaginación que me tiene día y noche abrazado a ti, ayúdame a no quedarme hueco, pues mi mente también se quiere ir contigo y me dejará caminando sola sin saber quién soy.
Si me abandona el corazón, la mente y el alma para bailar contigo ilusión, ¿Que has dejado de mí? Solo el deseo de huir, de escapar de todo y también de mí, de perderme para que tú me encuentres y detengas la furia de un deseo que no tiene fin, ayúdame, si me quieres ayudar, a seguir soñando sin ser ese fantasma que camina entre la gente y nadie lo ve, ese ente sin reflejo en ningún espejo, ese que camina diciendo que soy yo.
Ayúdame, a salvar el abismo de la distancia, ese abismo al que ya me tiré y en el que espero amanecer despierto, hablando de una pesadilla en la que nunca conseguía llegar a ninguna parte. Mientras me intentas ayudar yo trataré de parar el tic tac del reloj y juntaré las noches con los días para escuchar tu voz, me encadenaré a tu sonrisa para vivir solo de amor, y me sentaré mirando a las nubes y podré contarle mis penas a Dios. Dame tu mano y tira fuerte de mí, para que pueda levantarme de este pegajoso barro que me ata al suelo como una gigantesca raíz. 

Este relato no es mio: Es de mi buen amigo Viejo Zorro.

ENTRE LA HIERBABUENA

ttp://www.youtube.com/watch?v=oZ0CnKk7nGM

Cuando hizo la maleta para ir a su encuentro, junto a la cómoda ropa y las zapatillas de los caminos metió un poco de hierbabuena. No supo bien por qué pero siempre le gustó el olor fresco de esa planta que tiene sembrada en su particular bosque a la que acaricia para que sus  manos queden impregnadas de su aroma.


El día resultó caluroso, más de lo que ella esperaba. Llegó un poco antes que él y se instaló cómodamente en la casa que compartían. Cuando pasado un tiempo él no llegaba, la ansiedad le hizo marcar atropelladamente su número y al oír su voz respiró aliviada, pues siempre que él se retrasa crece su ansiedad por el encuentro, ya que la carretera es esa parte del camino que a demasiadas veces se queda sin recorrer.

El trabajo les separa, los kilómetros se duplican ante la necesidad de verse más tiempo y disfrutarse de nuevo. Por eso, cuando pueden, en cuanto los días de fiesta llegan o pueden permitírselo no hay distancia posible. Se produce el encuentro como se produce entre dos polos, como los imanes se encuentran, como los amantes esperan.
Pero ahora ya estaban juntos, nadie más a su lado. Ningún compromiso les dilataba el tiempo. Nada les detenía. Los abrazos, los besos, las caricias y el éxtasis final, marcaron el rumbo durante el tiempo que compartían dos cuerpos tan desnudos como lo estaba su vida cuando no se tenían, cuando no llenaban de ternura sus vacías horas, cuando sus camas estaban sin los aromas que compartían, y…
Se llenaron de amor las paredes de su alcoba.
Se les hizo de noche entre saliva y miel.
Se les llenó la boca de risa y besos.
Se les quedó en su lengua el sabor de la piel.

Cuando amaneció, el nuevo día les cogió de la mano y los brindó al sol que ponía en sus rostros un color nuevo. Se sentían plenos y felices, llenos de amor y no querían pensar que poco después se irían de nuevo a otras urbes de ruido y un tiempo vacío sin tenerse, y sin que sus manos se tocaran y sus labios se besaran. 
Se tumbaron en la verde hierba, enfrentaron sus caras al cielo azul donde un avión silencioso fue dibujando tras de sí una estela blanca de caminos paralelos. Como los caminos que ambos se han marcado, o quizá ha sido el destino quien los ha grabado antes que ella y él.

Cuando se levantaron de la tierra húmeda y dejaron sus ojos de ver el cielo y sus oídos se alejaron de los trinos que pequeños pájaros les habían regalado cuando cada uno se dirigió a su cotidianidad, todo olía a hierbabuena.


DE MI AMIGO VIEJO ZORRO (a mi relato de LA ARDILLA) Gracias.


UN BOSQUE ANIMADO PARA CADA CUAL.


Afortunada ardilla que sin habérselo propuesto
despertó sentimiento tan bellos,
afortunada por estar frente a ese balcón,
desde el cual duelen menos los huesos
que los lamentos de un corazón.
Afortunada ardilla que trepando por un pino
y desgranando con sus manos un piñón
señalabas, sin querer, por donde vino
una historia escrita con besos
y con letras imborrables de ilusión
como una canción que en la mente halla su puesto
y suena siempre, incluso cuando no queremos.
Afortunada ardilla que tuviste en tu piel,
posados tan hermosos recuerdos
pensamientos hilados tan finos
que ni el viento invisible supo entender
porqué no pudo volar con ellos
para ayudarle a traer de regreso
lo que ellos querían traer.
Afortunada ardilla, dueña de tu rincón

Viejo Zorro.





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