sábado, 14 de marzo de 2009

CARICIAS NUEVAS.


Fue lo que ellos querían.
Abrazarse, besar y libar el dulzor de sus labios. Agarrarse a la tersura de carnes ávidas de manos. Fundirse entre sábanas cálidas y cuerpos sedientos de caricias.
 Ser por unas horas amantes de lo prohibido.

Por fin, el día que se había fraguado en noches silentes de vigilia, fue real. Como lo habían soñado.

Cuando la llamó para decirle que había llegado a su destino, ella ,entre risas oyó: -estoy en el Bosque Animado- Era su punto de encuentro. El bosque imaginario tantas veces glosado de versos y melodías. Su sitio de sueños.

Se vieron por primera vez y los besos de presentación junto con la primera mirada ya era el preludio de lo que después sentirían. Lo que buscaron vivir.

Se entregaron despacio a su amor pausado. A un recorrido de lenguas y manos en pieles cálidas y sensaciones nuevas.

A un camino de deseo.

la Luna fue testigo de lo que vivieron. Solo ella, callada y quieta desde un cielo en calma, todo lo observaba.
Y luego el Sol, cuando apenas había amanecido, les besó de nuevo y los meció en su lecho de calor y fuego.

Hoy, el amor perdura como marca indeleble en cada poro de su piel.
Mañana habrá otra vez las mismas ansias.

Las de amarse despacio y de nuevo.

1 comentario:

Roberto Learsi dijo...

Tu forma de vivir la vida, llena de vitalidad, me conmueve.
Me gusta tanto como escribes!!
Te seguiré leyendo
Roberto

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